viernes, 27 de mayo de 2011

Cómo instalar correctamenta las calas del zapato


Muchos de nosotros a la hora de viajar optamos por hacerlo con pedales automatícos. Esto nos ayuda a aprovechar al máximo nuestro pedaleo haciendolo mucho más eficiente a la vez que ayuda a evitar vicios de la postura de nuestros pies. Sin embargo colocar correrctamente las calas en nuestros zapatos es todo un arte de precisión
Hoy te compartinos un muy didáctico video (de acciontotal.com)  acerca de cómo instalar correctamente las calas de nuestra cabras.

jueves, 26 de mayo de 2011

Video de nuestra (Marcela y Juan) despedida despedida del 2010 a pedales y bienvenida del presente 2011. Fue en la clásica vuelta de Ambato en la provincia de Catamarca (Argentina). Partimos el 31 al mediodia desde San Fernando del Valle de Catamarca, recorriendo hasta el dia 2 de Enero las localidades de Pirquitas, La Puerta, Los Talas, Los Varelas, Singuil, Balcozna, Paclin, La Merced, entre otros parajes en el medio del camino.

martes, 24 de mayo de 2011

Catamarca - Chile por el Paso de San Francisco

En esta oportunidad te compartimos la crónica de un viaje con alforjas de nuestros amigos Alicia y Roberto, dos cicloturistas de alma, que en el último verano traspasaron la Cordillera de los Andes por el Paso de San Francisco, uniendo ambos paises en un cicloviaje sin desperdicios. Espero que lo disfruten..


Crónica y fotos de Equipo Cicloturismo Argentina ( Alicia Vaca y Roberto Gordillo)

A partir de un sueño que teniamos y luego de mucho tiempo de preparativos, de entrenamiento y de ganas de poder experimentar algo nuevo, es que decidimos encarar este gran viaje, nada mas y nada menos que por la Cordillera de los Andes a traves del Paso Internacional San Francisco en nuestra querida Provincia de Catamarca rumbo al Océano Pacífico. Para esto, luego de trazar una ruta con los tramos que pretendiamos hacer por dia, armar todo el equipo con los elementos necesarios para las condiciones climáticas que deberíamos atravesar y después de tener otros serios inconvenientes que casi peligra nuestro anhelado viaje, !!!llego el gran dia!!!! Partir rumbo al mayor desafio de nuestras vidas: UNIR ARGENTINA CON EL VECINO PAIS DE CHILE Y PODER LLEGAR A LAS COSTAS DEL OCEANO PACIFICO.-

El jueves 6 de Enero despues del mediodia nos enbarcamos en el micro que nos llevaria rumbo al Dpto. Tinogasta y luego a la localidad de Fiambala, en donde nos esperaba nuestro chofer (EL CHUECO), como todos lo conocen en Fiambala, que nos dejo en lo que seria el punto inicial de nuestra travesía: EL COMPLEJO DE CORTADERAS, al que no podiamos dejar de conocer. Como la noche se presentaba un poco dura y además que debíamos aclimatarnos, ya que estabamos por arriba de los 3.200 m.s.n.m. y teniamos que subir a la altura maxima de 4.750 m.s.n.m., es que nos recomendaron que hicieramos noche en el tercer refugio (CAZADERO GRANDE) en donde estariamos un poco mas en clima para acostumbrarnos a estas alturas y ademas ya comenzamos a sentir el rigor del fuerte viento frio que nunca nos dejo durante nuestra estadia en la cordillera, despues de instalarnos en el refugio y de una cena liviana nos dispusimos a descanzar.

La mañana del viernes 7 de Enero se presentaba espectacular con un paisaje de ensueño a nuestro alrededor, al salir del refugio quedamos boquiabiertos al ver el paisaje que nos ofrecia la cordillera, una mezcla de tonos amarillos y grises con algunas cumbres cubiertas de hielo. Luego de cargar los bidones, termos y botellas con agua del río de Cortaderas, alistamos nuestras bicis y nos pusimos rumbo hacia los primeros cincuenta kilometros que teniamos planeados. Con las primeras pedaleadas en la ruta y maravillados por la vista privilegiada que teniamos.... llegó el primer inconveniente ..... una rueda pinchada!!!!!! así que a detenerse a parchar para poder continuar, mientras sacabamos algunas fotos a los animales tipicos de la zona. Hecho el arreglo continuamos viaje, ya cerca del medio día a pocos kilometros del cuarto refugio llegó aún más fuerte el viento como el que tuvimos la noche anterior lo cual nos obligó a hacer un parate en el refugio con el deseo de que pare para poder avanzar ya que se nos hacia casi imposible seguir. Cada minuto que pasaba el viento se ponia más y más fuerte por lo que decidimos preparar el almuerzo y esperar hasta la tarde para continuar. Cerca de las 18 hs. recien disminuyó su intencidad pero con fuertes ráfagas, luego de deliberar que ibamos a hacer decidimos continuar pedaleando con los ultimos rayos de sol rumbo al quinto refugio, avanzamos bastantes kilometros hasta que llegó la noche y con ella el frio, el viento fuerte, sumado a que pedaleamos por una cuestesilla con pronunciada trepada, lo que nos hizo retrazar y nos impidio llegar al refugio, tuvimos que armar campamento al reparo de una lomada para que nos proteja de las inclemencias del lugar. Se nos hizo muy agotador armar la carpa por el frio, el cansancio y la altura, ademas fue muy dificil poder descansar esa noche porque sentiamos mucho los efectos de la altura.-

A la mañana siguiente cuando despertamos nos dimos con la sorpresa de que el agua que quedo afuera estaba congelada y el cubre techo de la carpa cubierto de escarcha; Alicia amanceció con mucho dolor de cabeza y nauseas producto de la altura y de no haber podido dormir bien, no desayunamos y desarmanos campamento para seguir viaje, aprovechando que no teniamos casi nada de viento pero esto nos duro muy poco porque conseguimos hacer apenas unos kilometros y el fuerte viento estaba de nuevo con nosotros y siempre en nuestra contra. Con muchísimo esfuerzo pudimos pedalear unos cuantos kilometros hasta llegar por fín al refugio número cinco en donde nos tuvimos que quedar hasta el dia siguiente, lo que le sirvió a Alicia para tratar de recuperarce un poco del malestar que sentia, estando allí después del medio día y en medio del intenso viento llego buscando refugio el que seria de ahora en mas nuestro compañero de viaje en gran parte del recorrido, Sergio Vergnano un Cordobes de la Localidad de San Francisco. Compartimos con él, nuestro almuerzo y durante el resto del dia charlamos del recorrido que veniamos haciendo hasta ahora y sobre lo que haciamos de nuestras vidas, y asi llego la noche y con ella el descanso mientras escuchamos como seguia soplando el viento.

El tercer dia salimos con rumbo al puesto de gendarmería, en Las Grutas para hacer los trámites de migracion, sin dejar de admirar la imponente belleza de los Seis Miles, allí nos lleno de alegria encontrar a algunos de los integrantes de La Agrupancion de Montaña Calchaqui; almorzamos, charlamos y continuamos viaje rumbo al Limite Internacional del que estabamos a solo 21 Km pero con un desnivel de casi 800 metros de altura sumado a que teniamos viento de mas de 90 km/h, que nos obligó a acampar a 10 km del limite.-



En la mañana siguiente y con el viento sin parar que apenas nos permitia respirar seguimos pedaleando hasta llegar al límite muy cansados pero con la alegria de haber cumplido parte del sueño y de encontrarnos a los 4750 M.S.N.M., con mucha emoción nos abrazamos sin poder creer de estar en la unión de dos paises, tuvimos que armar campamento a la par del refugio por que estaba ocupado por unos montañistas de Santa Fe y Mendoza que no quisieron compartir el refugio con nosotros lo que no nos importo en absoluto.-

A la mañana siguiente Alicia amanecio descompuesta por la altura por lo que decidimos pedir ayuda a los trabajadores viales AGUA SANTA y continuamos viaje hacia la maravillosa laguna Verde en donde acampamos luego de transitar por un camino en muy malas condiciones lo que nos dificultó realizar los 20 km que nos separaban de la laguna, en ella nos encontramos con Andres un Alemán que andaba pedaleando por algunos tramos del Paso de San Francisco, y después de un relajante baños en las aguas termales de ese lugar nos fuimos a descanzar.-

Al otro dia, muy temprano, hubo mucho movimiento en la ruta porque pasaban los vehiculos del DAKAR, con cuidado avanzamos por la orilla del camino admirando la grandeza de estos equipos internacionales, tuvimos que recorrer una distancia de 88 km para llegar a Maricunga.

El jueves 13 salimos de Maricunga situado en el Desierto de Atacama, en la Tercera Region de Chile, con un cambio de ruta que nos habián aconsejado los Carabineros en vez de ir rumbo a Copiapo nos dirigimos por la ruta 113 que va a Chañaral situado al norte de Chile. En la ruta, rumbo al complejo de LA OLA encontramos de forma milagrosa una deliciosa sandia extraviada en el desierto la que al otro día pudimos degustar. En La Ola nos recibio el personal del Tranque que nos brindó alojamiento para esa noche y nos atendieron muy bien.-

Ya el viernes 14 salimos muy temprano hacia Diego de Almagro a 160 km de donde estabamos, después de pedalear varios kilometros por la Quebrada de Pedernales recién degustamos la deliciosa sandía que fue nuestro unico almuerzo ese día, con el viento siempre contra, nuestro espiritu a la espectativa y luego de varios kilometros rodados nuestras almas se sorprendieron ante lo que en un principio parecía un precipicio, terminó siendo la majestuosa Cuesta Los Asientos a 3.600 m.s.n.m. que nos deslumbró con su inmensidad, en ese momento llegamos a descender a los 2100 m.s.n.m de interminable y por fin !!! bajada!!!



Fue una sensación indescriptible el recorrer cada km de esta cuesta la que nos ayudó a avanzar varios km casi sin dificultad porque el viento siempre estuvo en contra, fue alli en medio de esa soledad que conocimos a Don Morales un campesino que tiene su propio oasis en medio del desierto de Atacama, quien nos dijo que el primer pueblo que teníamos era Llanta a poco más de 40 km de distancia, llegamos al anochecer luego de recorrer una ruta con varias empresas mineras. En Llanta, un pueblo casi abandonado con pocos habitantes buscamos un lugar donde cenar y descansar .-

El Sábado 15 sin desayunar salimos con un solo objetivo "LLEGAR AL PACIFICO", sabiamos que no iba a ser facil, ya que nos esperaban casi 140 km por recorrer. Después de 40 km llegamos a Diego de Almagro donde hicimos el cambio de moneda y buscamos un lugar para desayunar, quedamos sorprendidos y satisfechos por los suculentos desayunos chilenos.-



Luego de recuperar energia seguimos 40 km más, hasta llegar a El Salado en donde almorzamos y descansamos un rato. Sabiendo que ya estabamos cerca del Océano, nuestros rostros mostraban la ansiedad de llegar, pedaleamos los ultimos 60 km y no nos importó el fuerte viento que teniamos en contra que nos retrazaba, ni las subidas y bajada, más el intenso tránsito de camiones con que nos encontramos al empalmar con la Carretera 5 ya en la IV Region chilena en Atacama. Cuando nos parecia que no llegabamos más, las montañas se fueron abriendo y pudimos ver a lejos, con mucha alegría un horizonte plateado, con las pocas fuerzas que teniamos impulsamos nuestras bicicletas y almas para realizar nuestro sueño, por el que luchamos mucho tiempo.... UNIR CATAMARCA CON EL PACIFICO.-

Con los últimos rayos de sol llegamos por fin a Chañaral, pero tuvimos que esperar hasta el otro dia para llegar al mar.

¡¡¡QUE ALEGRIA!!! ¡¡¡QUE EMOCION!!! ¡¡¡NUESTRO SUEÑO CUMPLIMOS!!!

Con nuestras bicicletas llegamos a la playa que nos recibio con un cielo gris por la niebla propia del mar. Entre fotos, abrazos y festejos, nosotros los integrantes del Equipo Cicloturismo Argentina, Alicia y Roberto dimos por cumplido el objetivo, junto a nuestro nuevo amigo Sergio dejamos que las aguas del océano nos dieran la bienvenida y vimos flamear nuestra bandera en costas del pais hermano y pudimos decir ¡¡¡MISION CUMPLIDA!!!.-
Logramos nuestro sueño, pero el viaje no termino allí, decidimos recorrer parte de la costa chilena pasando por playas como la de Flamenco, Playa Hippie entre otras, hasta llegar a Puerto Caldera, Bahia Inglesa y por último Copiapo.-
Queremos alentarlos a que no dejen que los sueños solo sean sueños, sino que pueden hacerlo realidad por más que los vientos soplen fuertes.-

EQUIPO CICLOTURISMO ARGENTINA

ENERO 2011


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ROBERTO GORDILLO - ALICIA VACA
EQUIPO CICLOTURISMO ARGENTINA

CATAMARCA - ARGENTINA


TRAVESIA INTEGRACION ARGENTINA - CHILE 2011

Acá el Album de Fotos completo

viernes, 20 de mayo de 2011

Rodando por ti

"Erase una vez un caballero de enjunta figura, rocin flaco y afan correrodor"
Al filo de lo imposible, es un popular programa de la televisión española, donde muestran los mas variados documentales de deportes outdoors, sobre todo de montañismo. Un par de décadas atrás con la insipiente aparición de bicis de ruedas "gordas" armaron este excelente e inspirador documental donde dos afamados bikers de aquellas épocas nos muestran toda la versatilidad de estas máquinas que llegaron para quedarse eternamente entre nosotros. Subí el volumen, sentate en tu mejor sillón y disfruta esta joyita.


jueves, 19 de mayo de 2011

Homenaje a tantos talentos ocultos...

Quien no le a tocado vivir una situación similar a la del video. Indudablemente existen muchos talentos desaprovechados a lo largo de nuestro vasto y desértico territorio nacional. Vaya este homenaje a todos esos talentos desconocidos que habitan nuestras tierras.


Nosotros los locos que pedaleamos


Combinar literatura con deporte, resulta tarea difícil. O bien porque difícilmente un buen corredor sea un buen poeta, o un bohemio sepa mucho eso del masoquismo del corredor de fondo.
Pero este no es el caso, es más, hay alguien que es considerado El Escritor de los corredores del mundo. Marciano Durán, uruguayo, periodista y escritor. Decía un colega suyo:  "Los locos que corren es el poema perfecto. Así, como la tormenta perfecta ocurre una vez cada miles de años, lo mismo pasa con los poemas. Tienen que alinearse tantos astros, que difícilmente se repita."
En el sitio Atletismo de Fondo, puedes leer el poema completo y animarte a dejar tus impresiones, es bueno saber que hay muchos "locos" más.
 Hoy acá te queremos compartir además una excelente adaptación del poema maestro de los runners, está vez para los no menos locos que aman las bicis de ruedas gordas.
Espero lo disfrutes y te motive a seguir en estos apasionantes deportes.


miércoles, 18 de mayo de 2011

La aventura de viajar en libertad

Texto y Fotos: Juanjo Alonso ("Capitán Pedales")
 http://www.tierratragame.com
Hay un tiempo para el deseo y otro tiempo, mucho más largo, para el recuerdo. Pero las decisiones más importantes sólo necesitan un sencillo instante de pasión.”

Viajar

Un prestigioso sabio oriental escribió hace varios siglos que mirando a través de la ventana del corazón se puede conocer el mundo sin salir de casa. Seguramente tenía razón, y para viajar por los rincones del alma humana sencillamente hay que dejarse llevar por el camino del conocimiento interior hasta encontrar el verdadero rostro de nuestro destino. Lo que también saben los científicos del espíritu es que todas las cosas de nuestro universo están en evolución y el ser humano se diferencia del resto de los seres vivos por su necesidad de poseer y por su tremendo afán de “coleccionar” cosas, sensaciones y recuerdos: para la mayoría de las personas viajar es aprender, conocer es poder y descubrir es dominar.
Ruta del Cid - Culla (Castellón) © Juanjo Alonso
Muchos viajeros emprenden el camino de la realización interior y descubren mundos realmente asombrosos en el espíritu humano, aunque en esta ocasión propongo una manera de viajar por un mundo de horizontes sin distancia, de grandes montañas y desiertos desoladores descubriendo culturas milenarias. El mundo de ilusiones y fantasías que surge al contemplar un mapa. Es una manera de viajar sencilla pero intensa, tranquila pero inexorable, lenta pero con poder para romper todos los horizontes. Es viajar en bicicleta, una de las mejores maneras de sentir intensamente y conocer a fondo el mundo a nuestro alrededor.

 Lo peor no son las cuestas
Desierto de Utah (EE.UU.) © Juanjo Alonso
Una vez me asaltaron a mano armada unos bandidos en el norte de Tailandia en pleno día y se llevaron todo lo que llevaba, incluida la bicicleta. Sentí tanto miedo viendo aquellas armas delante del pecho pensando que apretarían el gatillo que las piernas no pudieron sujetarme de pie. Cicloturismo es miedo.
Mientras recorría en bicicleta la selva del Amazonas brasileño dormía cada noche hundido en el lodo y pedaleaba untado completamente del fango asqueroso de los pantanos para evitar las picaduras de los insectos, y a pesar de todo sufrí las consecuencias de un brote de malaria agravado por problemas hepáticos al beber agua en mal estado. Cicloturismo es sufrimiento.
Camino de Santiago - Brea (Lugo) © Juanjo Alonso
En una ocasión perdí el buen rumbo en el desierto del Sahara a causa de una tormenta de arena que se tragó totalmente las balizas del camino de tierra y estuve tres días sin agua ni comida. Cicloturismo es desesperación.
Un atardecer en el desierto australiano monté la tienda sobre una madriguera de escorpiones que, por supuesto, invadieron la pequeña casa de plástico donde tenía previsto dormir. Fue una de las noches más largas de aquel viaje. Cicloturismo es pánico.
El accidente más grave y espectacular que he sufrido viajando en bicicleta fue en el norte de la India, cuando choqué contra un autobús de pasajeros. Los destrozos del equipaje y la bici los reparé pronto, pero el brazo y la pierna tardaron bastantes días en estar listos para seguir pedaleando. Cicloturismo es riesgo.
Pelegrina (Guadalajara) © Juanjo Alonso
Uno de los mejores amaneceres que recuerdo durmiendo junto a una bicicleta con alforjas fue en mi primer viaje cicloturista por las geografías de Cazorla, en Jaén. Era una helada mañana de primavera y al abrir los ojos descubrí a mi lado un enorme ciervo olfateando la hierba. Hasta que el animal se asustó y desapareció en el bosque creía que estaba dentro de un sueño porque nunca había sentido tan fuerte el poder de la naturaleza. Cicloturismo es vida salvaje.

 Alimento para el espíritu
Desierto del Sahara (Argelia) © Juanjo Alonso
Mientras subo cuestas interminables en cualquier montaña del mundo, esas culebras de asfalto o tierra que me torturan la mente hasta que pienso en bajar de la bicicleta rendido por haber elegido una actividad tan dura, recuerdo un día en el Atlas marroquí cuando escuché por primera vez el grito de las mujeres bereberes durante toda la ascensión a uno de aquellos fascinantes puertos. El agudo sonido de sus gargantas estremecía el corazón de las montañas como los cánticos sagrados de los fieles dentro de un templo para empaparse del divino poder de sus dioses. Antes de comenzar la bajada por el otro lado de la montaña miré aquel valle por última vez y con el brazo en alto grité al aire lo más fuerte que pude para dar las gracias a todas aquellas mujeres del Atlas por llevarme hasta las puertas del cielo. Cicloturismo es pasión.
Ruta de Santiago - Roncesvalles (Navarra) © Juanjo Alonso
Otro buen recuerdo fue la noche que pasamos tres amigos en el pórtico de la iglesia del monasterio de Irache, en el Camino de Santiago. Uno de los tres cicloperegrinos descubrió en aquella larga y fría noche, que el cuerpo es simplemente un débil cascarón para proteger los deseos, y el poder de la mente es el auténtico alimento para llegar al final de todos los caminos. Cicloturismo es conocimiento interior.

Podría seguir relatando situaciones en las que mi vida ha estado a punto de desaparecer, donde era consciente de encontrarme muy cerca del límite, cuando empiezas a perder el control de lo que sucede y parece que se va a apagar la luz para siempre. Esos momentos que generan sensaciones realmente nuevas e impresionantes, y todos tienen en común que surgen inesperadamente mientras estoy desarrollando una actividad deportiva sin principio ni fin. Cicloturismo es libertad.
No obstante, es posible que para llegar a vivir momentos en los que la adrenalina se salga por las orejas o descubrir la auténtica pureza de un instante no es totalmente necesario ser deportista, pero sí ser libre. Lo fundamental es tener plena capacidad de arriesgarlo todo, y mientras viajamos en bicicleta estamos tan atentos al ambiente que nos rodea que la excitación es máxima. Cicloturismo es diversión.
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Ankara (Turquía) © Juanjo Alonso
Una persona que de pronto se convierte en vegetariano radical; un ejecutivo que quema todos sus trajes y se marcha a vivir a las montañas de Cachemira a buscar el Nirvana; un camarero que se cansa de su jefe y monta su propio restaurante. Lo importante para vivir una aventura es decir “no” a lo que nos fastidia, arriesgar todo lo que se pueda y comenzar a vivir ese nuevo camino hasta las últimas consecuencias, hasta el límite. Comenzar un viaje cicloturista es empezar a ver el mundo desde otro lado, desde el lado de nuestro destino. Cicloturismo es rebeldía.

Seguramente, los seres humanos tenemos tendencia al suicidio emocional y de vez en cuando debemos llevar a cabo alguno de nuestros grandes sueños para asegurarnos que vivir merece la pena. Por eso los buenos aventureros, igual que los buenos cicloviajeros o los escaladores, no son los que arriesgan y se caen, sino los que se asoman, disfrutan el delirio de la locura por sobrevivir y siguen su camino sin preocuparse demasiado del futuro, porque saben que llegarán más situaciones emocionantes. Cicloturismo es disfrutar plenamente de la vida.

 Los pioneros
Ruta del Cid - Valencia © Juanjo Alonso
Resulta difícil encontrar datos exactos sobre los pioneros en viajes ciclistas. El anhelo por descubrir y conocer nuevos horizontes se remonta a los inicios de la humanidad y seguramente los primeros ciclistas que sintieron el placer de viajar pedaleando estén perdidos en anónimos recuerdos. Tampoco hay que olvidarse de curas, maestros, médicos, carteros y otros personajes del medio urbano y rural que durante décadas han estado cumpliendo sus obligaciones diarias utilizando una bicicleta como medio de transporte, y en algunos lugares realizando gran cantidad de kilómetros; o los chavales de tantas poblaciones del mundo que han utilizado, y utilizan todavía en muchos países, la bicicleta para ir a la escuela.
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Selva de Darién (Pánama) © Juanjo Alonso
Por la tradición tan arraigada que tiene Francia en la historia de la bicicleta, y del ciclismo deportivo, es normal que fuese también el lugar donde surgieron los primeros movimientos cicloturistas notables. En las regiones alpinas de la vieja Europa aparecieron a principios de siglo los Cyclomuletiers, procedentes de ambientes puramente ciclistas. Estos fanáticos deportistas de las dos ruedas, impulsados por su afán de conquistar los míticos puertos de montaña de los Alpes, idearon nuevos desarrollos y colocaron un tercer plato más pequeño, y en ocasiones hasta un cuarto, en el movimiento central de sus pesadas bicicletas de ruta para remontar las tremendas rampas de las carreteras alpinas. Los retos ciclistas cada vez eran mayores y la pasión por el cicloturismo más profunda.
Anatolia (Turquía) © Juanjo Alonso
A estos amantes del ciclismo puramente deportivo pronto se unieron otros personajes habituales del ambiente alpino, que también encontraron en la bicicleta un excelente medio de transporte para sus andanzas montañeras. Eran los alpinistas buscadores de cristales, fósiles y grandes paisajes. Montañeros románticos que miraban al mundo como un enorme océano donde asomaban como islas las cumbres de las montañas, y por debajo de esas cumbres maravillosas sólo existía la nada. Personajes que han escrito con sus hazañas la historia del alpinismo y la escalada, y que, de jóvenes, por consagrar su vida al fantástico mundo vertical de roca y hielo de los Alpes la mayoría de las veces no disponían de otros medios para acercarse a las cimas más que una bicicleta, y en muchas ocasiones heredada de los antecesores o los ancianos.
Ruta de Santiago - Cirauqui (Navarra) © Juanjo Alonso
Los Montes Tauro, el Cervino, la Marmolada, las impresionantes torres calcáreas del macizo de la Civetta o las Tres Cimas de Lavaredo estaban mucho más cerca en bicicleta. El recorrido que caminando les llevaba horas, o incluso días, en bicicleta podía superarse en poco tiempo y además disfrutando con las sensaciones del viaje, descubriendo que durante el trayecto en bicicleta a las montañas la motivación por escalar crecía y la mente se cargaba de una fuerza poderosa que después hacía falta en la pared. El viaje en sí mismo tenía un significado importante, era una nueva manera de disfrutar aquellos grandiosos paisajes de los Alpes. Estaba naciendo el cicloturismo.

 Una máquina rebelde
Avería en el Atlas (Marruecos) © Juanjo Alonso
En los años sesenta, con la aparición de los hippies y de los demás movimientos de lucha y denuncia social encabezados por jóvenes, surgieron nuevos sistemas de protesta pacífica y modos de vida alternativa, principalmente en Norteamérica para denunciar las guerras del Sudeste Asiático. Muchos se dejaron el pelo largo, se hicieron vegetarianos y seguían las consignas de una música que marcó una época y varias generaciones. La mayoría abandonaron las ciudades y buscaron lugares para vivir en comunidades propias donde la leyes de la naturaleza fuesen la principal fuente de inspiración para cada momento de su vida. Y en algunas ciudades del centro de Europa, donde la tradición ciclista existía desde hacía muchos años, algunos jóvenes, sobre todo alemanes -que además son los más viajeros-, se sentaron en una bicicleta y decidieron recorrer el mundo mostrando su rebeldía con esa manera de vivir.
Laga de Garda (Italia) © Juanjo Alonso
Lo mejor de todo es que el cicloturismo está naciendo a cada momento, que cada día hay alguien que se sienta por primera vez en una bicicleta con alforjas y no vuelve por la noche a casa. Por eso es muy difícil hablar del origen del cicloturismo cuando todavía hay personas que no saben que dentro de poco se van a convertir en cicloturistas. Es imposible señalar la fecha exacta del nacimiento del cicloturismo. Pero seguro que seguirá existiendo mientras haya personas que añoren un momento de libertad.
Algunas citas…

Ruta del Cid - Gormaz (Soria) © Juanjo Alonso

“Hice esto y muchas cosas más. Y dondequiera que iba, a cualquier sitio que llegaba, la gente mostraba un vivo interés, nuevo para mí, por el ciclismo. La verdad es que todos eran muy amables. Evidentemente, en las Dolomitas, un ciclista era considerado una personalidad. Aunque fuera con la bicicleta del abuelo. Uno de ellos me preguntó que para qué carrera me entrenaba (...)
Y la imagen de aquel jardín encantado se fue haciendo más nítida, con sus grandes piedras coloreadas, sus formaciones fantásticas, sus caprichos sin límites. Las Dolomitas, descubiertas y conquistadas en bicicleta. Y la aventura siempre nueva de la mirada que se alarga hacia el otro lado del puerto, a la otra vertiente. La aventura de aquel momento, conseguido después de horas de esfuerzos agotadores.
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Transamazónica (Brásil) © Juanjo Alonso
Pero quien ama la aventura no retrocede ante el cansancio, porque evitando éste perdería aquella. !Una sensación maravillosa, la de descender después por la otra vertiente, libres como los pájaros, sin ningún motor, saboreando el viento embriagador del descenso, una curva tras otra! Una alegría tanto más intensa cuanto mayor había sido la fatiga para subir por el otro lado. También el ciclista tiene su "por qué", igual que el alpinista. Y ninguno de los dos sabe explicarlo”.
“Entre cero y ocho mil metros”

Kurt Diemberger

 Vida Nómada
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Gran Sabana (Venezuela) © Juanjo Alonso
En los tiempos actuales el hombre puede elegir muchas maneras de viajar, o más bien muchos destinos a donde viajar, por la gran oferta del mercado del viaje. Rápido o lento, más o menos cómodo, en moto, globo o totora, en camello o en barco, andando o a caballo, en un viaje totalmente organizado de antemano o buscando la aventura de lo imprevisto. En los folletos de los operadores de viajes hay destinos en todos los rincones del planeta garantizando todo tipo de sensaciones, y a los cicloturistas nos sigue gustando conocer el mundo desde una bicicleta de manera individual, nómada y vagabunda.
Ruta del Cid - El Burgo de Osma (Soria) © Juanjo Alonso
Sufrir las inclemencias del tiempo, buscar a diario un sitio donde dormir, ser autosuficiente, conocer directamente el medio ambiente y el entorno humano del viaje, hacer deporte. Las sensaciones con las que disfruta el viajero ciclista son para espíritus nómadas, para almas inquietas y soñadoras, para los amantes del viaje puro que no buscan solamente aumentar su colección de fotos y lugares.
El cicloturismo es parecido a la escalada de una montaña cuando lo importante no es llegar a la cumbre para enseñar la foto a los amigos o cumplir con el patrocinador; este es el negocio de la montaña. En el espíritu del auténtico montañero el final de una ascensión es el principio de la siguiente. El paisaje en las cimas de las montañas es sobrecogedor y grandiosamente bello, pero un escalador puro sólo se siente como tal cuando está escalando, y ese vacío de placer que habita en las cumbres sirve para recargar el alma de deseo de buscar una nueva ruta en otra montaña. Para disfrutar al máximo subiendo montañas no hay que pensar únicamente en hacer cumbre, hay que “escalar” hasta la cumbre, leer en la roca, en sus formas y en sus grietas para avanzar gastando la mínima energía y ascender suave y fluido. Hay que disfrutar cada movimiento y cada mirada al paisaje porque la cumbre es simplemente el lugar donde todas las líneas del relieve se dirigen hacia abajo.
Camino de Santiago - Brea (Lugo) © Juanjo Alonso
En el cicloturismo cada mirada a la cuneta es una nueva imagen, un nuevo impacto para nuestros sentidos, un nuevo estímulo que produce cualquier reacción. Parar, pedalear, hablar, dormir, comer, fotografiar. Cada pedalada cicloturista es un camino hacia cualquier parte, pero siempre hacia lugares nuevos, porque mientras el mundo sea redondo y el hombre mantenga su espíritu nómada, las únicas cumbres que encontrará en su camino serán las de sus propios miedos. Con una bicicleta y ganas de viajar lo que tenemos que hacer es marcar un punto en el mapa y comenzar a dar pedales. Pronto nos daremos cuenta que a 15 kilómetros por hora se puede llegar muy lejos…

 Motivación
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Yosemite (EE.UU.) © Juanjo Alonso
Viajando en bicicleta no siempre aparece un refugio cuando llueve o llega la noche, ni siempre hay alimentos cuando sentimos hambre. Para que la máquina de dos ruedas utilizada como medio de transporte nos lleve a donde deseamos llegar, tenemos que estar en plena forma física y mental para transmitir toda nuestra fuerza, energía y ganas de viajar.
La motivación es fundamental para disfrutar cada momento y el viaje se convertirá en un montón de buenas sensaciones y gratos recuerdos teniendo claro que vamos a donde queremos ir y de la manera que más nos gusta.
Pto. de Honduras (Cáceres) © Juanjo Alonso
La mejor preparación física para el cicloturismo es tan sencilla como practicarlo. Las primeras salidas con alforjas es mejor que sean cortas y en lugares "civilizados" para descubrir y fomentar la afición al cicloturismo como manera de viaja, para dejar que la propia esencia del viaje ciclista nos cautive con su extraña fascinación.
Comenzando a viajar en bicicleta por nuestro país se evita la convivencia con algunos pueblos del mundo que, a veces, resulta difícil y complicada por el idioma, la religión y los choques culturales. Durante los primeros viajes “a pedales” es mejor no tener que preocuparse por los seres humanos del camino, por aprender y respetar sus costumbres. Al principio es bastante con alimentarse bien, buscar el mejor sitio para dormir y disfrutar del placer de pedalear libremente por la ruta elegida, y olvidarse de si tenemos que comer con las manos, sentarnos en el suelo o evitar mirar de frente a una mujer para no provocar la ira de nuestro anfitrión, como ocurre en algunos países del mundo.
Camino de Santiago - Hornillos (Burgos) © Juanjo Alonso
En las primeras salidas con alforjas cuesta un poco hacerse al peso y a la extraña estabilidad de la bicicleta con tantos bultos. Hay que tomarse las subidas con calma. En las bajadas el aumento de peso lanza la bicicleta mucho más rápido de lo habitual. Durante las primeras rutas sentiremos cosas raras en la conducción de la bici y en las curvas será difícil mantener la trazada, especialmente llevando maletas delanteras. No importa parar a menudo o caminar en las rampas más duras; además es una excelente manera de aprender a seleccionar las cosas imprescindibles de las que no lo son para evitar llevar exceso de equipaje. Las paradas obligadas e imprevistas son buenos momentos para hacer fotos, comer, estirarse, mirar el paisaje, leer unas frases de un libro para tener algo en que pensar durante los siguientes kilómetros o charlar con los compañeros de viaje de las últimas sensaciones cicloviajeras. El cicloturismo no es únicamente un deporte. El cicloturismo es, sobre todo, una manera de sentir la vida.

 Mágico Engranaje
Ruta del Cid - Eslida (Castellón) © Juanjo Alonso
Hay que ser paciente y dejar al cuerpo adaptarse a su aire a los cambios de la bicicleta para no sufrir grandes tormentos mentales, evitando intentar pedalear con maletas al mismo ritmo que cuando hacemos una excursión de un día por nuestros caminos favoritos cerca de casa. El cicloturismo es para dejarse llevar. Nosotros ponemos el deseo de viajar y la energía para mover la bicicleta, y los elementos se encargan de guiar nuestras pedaladas por el mejor camino. Quien camina sin buscar encuentra el principio de todos los caminos.
Dolomitas (Italia) © Juanjo Alonso
Un gran escalador alemán, por desgracia fallecido demasiado joven en un accidente de coche, escribió que el músculo más importante de un ser humano es el cerebro. Conseguir una mente fuerte, capaz de mantener el equilibrio y la concentración en cualquier momento, es algo más complicado que la preparación física, porque ni siquiera muchas mentes saben cómo se mueven sus propios engranajes. Una de las cosas que se aprenden escalando, haciendo montaña y viajando en bicicleta, además de geografía, costumbres, historia, religiones, mecánica, medicina, idiomas, relaciones humanas y unas cuantas cosas más, es a conocer a los elementos. Una de las grandes esencias del cicloturismo es precisamente llegar a convivir con los elementos, llegar a ser amigo íntimo de la naturaleza. Ser viento cuando sopla el viento, ser lluvia cuando llueve, ser barro cuando caminamos por un cenagal, ser horizonte cuando el camino se hace largo o no tener hambre cuando no hay comida.
Vuelta al Mundo en Bicicleta - Altiplano (Bolivia) © Juanjo Alonso
Saliendo asiduamente a montar en bici, a caminar por el monte o sencillamente a disfrutar del medio natural contemplando un paisaje, al mismo tiempo que fortalecemos el cuerpo, la mente también se acostumbra a la actividad al aire libre, hasta que necesita contemplar la amplitud de un valle de montaña, descubrir el paisaje del otro lado del horizonte o sentir el sol, el aire y la lluvia como si fuera el alimento del que se nutre para funcionar correctamente con toda su motivación. Entonces la energía no estará solamente en las piernas y en el corazón, también tendremos una fuerza invisible que anula el sufrimiento y despierta nuevos recursos para seguir siempre adelante en busca de todas esas sensaciones.
 Antes de Subirse a la Bici
Ruta del Cid - Cantavieja (Teruel) © Juanjo Alonso

Equipaje
Un planteamiento importante en el momento de preparar las maletas es que nuestra querida compañera de dos ruedas nos puede dejar tirados por una avería seria, como máquina que es, y entonces tendríamos que llevar nosotros todos los trastos que antes estaban repartidos por la bici. Y esto puede ocurrir en lugares bastante alejados de la civilización, por lo que hay que poner en la bicicleta lo que nosotros podríamos llevar a cuestas cómodamente.
Una de las cosas que siempre suelo llevar cuando salgo de viaje es un cuaderno de notas. Escribir lo que vemos y sentimos es, como la fotografía, una manera de fijarse más intensamente en el entorno y de tener un recuerdo del momento. En lugares con problemas de comunicación por el idioma el papel es fundamental para explicar cualquier cosa y evitar terribles confusiones.

Camino de Santiago - Cirauqui (Navarra) © Juanjo Alonso

Transporte de la bicicleta
Uno de los grandes problemas con el que se enfrentan los cicloturistas es el transporte de la bicicleta cuando hay que llevarla al principio de la ruta, volver a casa, en tramos intermedios cuando no apetece pedalear o cuando surge una avería mecánica grave.
Es conveniente informarse directamente en la compañía con la que vayamos a volar de lo que nos van a decir cuando vean la bici. “Lo peor” es que exijan meter la máquina de dos ruedas en una caja; entonces podemos visitar una tienda de bicicletas y pedir una caja especial de cartón que se puede tirar al llegar al destino. Antes de facturar la bici conviene bajar la presión de las ruedas y de los amortiguadores de aire de las suspensiones. El exceso de equipaje es otra cosa a tener en cuenta para no pagar un poco más por el vuelo. Para evitar problemas y explicaciones podemos utilizar las bolsas especiales para transportar bicicletas avisando que dentro hay un objeto frágil. El problema de la bolsa es que no la vamos a tirar cada vez que hagamos un viaje, y llevarla encima es un poco molesto. Para solucionar este problema hay dos opciones: cuando el viaje es una travesía dentro de un país se puede enviar por correo a nuestro nombre a la Poste Restante del lugar donde terminaremos de dar pedales; y si es una ruta circular, que es lo más habitual para coger el avión de vuelta a casa, dejarla en la consigna del aeropuerto o de alguna estación.
Atlas (Marruecos) © Juanjo Alonso
Viajando en autocar dependerá del criterio del conductor para meter a nuestra compañera en las tripas del vehículo, y cuando va con mucha gente, por tanto con mucho equipaje, ponen muchas pegas. Casi siempre hay que esperar a un autocar que salga a horas rarísimas para que las bicicletas tengan sitio en el maletero.
En los trenes españoles pasa algo parecido. En cercanías tienen la obligación de admitir bicicletas, pero solamente donde y cuando el revisor considere que no molestan al resto de los viajeros. Hace poco tiempo que Renfe ha suprimido la posibilidad de facturar como equipaje la bicicleta en los trayectos de largo recorrido. Como siempre los ciclistas son los perjudicados.
En los países del segundo y tercer mundo siempre llevarán la bicicleta en cualquier medio de transporte, incluido mulas, camellos, canoas o cestos sherpas. Pero también casi siempre aprovecharán la oportunidad para sacar algo de dinero extra, aunque veamos como a nuestro lado viaja un tipo con dos cabras, cuatro maletas y cinco gallinas y sólo ha pagado el precio del asiento.

 Destinos
 Desierto de Australia © Juanjo Alonso
Una vez dispuestos a viajar con la bicicleta cargada hasta los topes, llega el momento de elegir una ruta y es muy importante conocer las posibilidades físicas de cada uno y también las sensaciones generales que nos gustaría experimentar para escoger la ruta adecuada.
No es lo mismo el Camino de Santiago, con muchas poblaciones y buenos alojamientos, caminos fáciles y mucha riqueza artística y cultural, que la Transpirenaica por el GR 11 y sus aledaños, donde apenas se pasa por pueblos, la preparación física y técnica tiene que ser más alta, los cambios de clima son habituales y la mayoría del paisaje es la naturaleza pura y salvaje; o las tranquilas carreterillas de Sierra Morena, que cuando pasa un coche casi se para a saludar.
Trujillo (Cáceres) © Juanjo Alonso
Por suerte, los españoles vivimos en un país ideal para la práctica del cicloturismo, con regiones diferentes en cuanto a gentes y costumbres. Tenemos importantes sistemas montañosos, miles de kilómetros de costa, cañadas ganaderas que están pidiendo a gritos ser usadas, rutas de peregrinos, primitivos caminos romanos, árabes y medievales. La geografía española es una fuente inagotable de caminos y rutas para todos los gustos y necesidades, repletos de saberes y diversión.
En el momento de elegir la ruta o el viaje hay que tener en cuenta si también es una ruta frecuentada por senderistas o caminantes para ir preparado a compartir el camino con ellos, como ocurre en el Camino de Santiago, en los senderos de Gran Recorrido y en otros muchos caminos. En los últimos tiempos está surgiendo en demasiados lugares la polémica entre ciclistas, senderistas y excursionistas en sendas y rutas populares porque a los caminantes les molestan que pasen bicicletas a su lado.
Ruta del Cid - Orihuela del Tremedal (Teruel) © Juanjo Alonso
Por un lado, el malestar de los caminantes es motivado por el modo frenético de conducir por parte de algunas personas que hacen de la bicicleta una especie de elemento de desahogo para canalizar su agresividad y demostrar que donde estén ellos, y su máquina de dos ruedas, se tiene que parar el mundo para dejarlos pasar. No se dan cuenta que cada situación de la vida puede ser un momento maravilloso cuando sencillamente se disfruta al ritmo que ocurren todas las cosas en la naturaleza.
 El Paisaje es todo Ventilla
Red del Cid - Teruel © Juanjo Alonso
La bicicleta de montaña nos puede llevar a muchos lugares de una manera tan sencilla y natural, que a veces no somos conscientes del privilegio que tenemos por haber elegido esta actividad para llenar nuestro ocio. Por eso de vez en cuando hay que frenar, dejar la bicicleta y mirar a nuestro alrededor descubriendo y asimilando las cosas que nos llaman la atención: unas hojas de colores, un animal, un pájaro, una extraña forma del relieve, la brisa, una nube, los rayos del sol entre los árboles o un pueblo colgado en una colina. Cualquier cosa que llene de sensaciones y recuerdos nuestra mente, para que al final de la ruta no sólo estemos cansados físicamente y satisfechos por haber hecho deporte, sino porque todas esas sensaciones van a servir de estímulo durante el resto de la semana en el trabajo, en clase, cuando hablemos con los conocidos o con la familia, en definitiva, porque harán que el paso del tiempo sea una experiencia agradable.
Red del Cid - N. S. de las Viñas (Burgos) © Juanjo Alonso
Hablo de “beteteros” de fin de semana porque, realmente, la mayor parte de las veces que montamos en bicicleta es en nuestros ratos de ocio, y los viajes cicloturistas los dejamos para las vacaciones, largos puentes o momentos parecidos. Si durante las salidas con los amigos los fines de semana tomamos conciencia del ambiente que nos rodea, descubriendo y conociendo el entorno natural y humano del camino y aprendiendo a hacer de cada mirada al paisaje una emoción agradable, cuando estemos viajando en bicicleta, porque viajar en bicicleta es duro, seremos un poco más fuertes y llegaremos un poco más lejos.
Una buena manera de iniciarse al cicloturismo es hacer salidas los fines de semana y los puentes. La principal ventaja es que para un par de días es necesario llevar poco equipaje y no se acumula cansancio físico ni mental. También sabremos más o menos el pronóstico del tiempo y la convivencia con nuestros compañeros de viaje, si los hay, no presentará problemas en tan poco tiempo.
Monte Ararat (Turquía) © Juanjo Alonso
Cuando las salidas de dos días sean aburridas, cortas o dejen con apetito de más horizontes es el momento de probar con un viaje de un par de semanas en vacaciones. Entonces ocurrirá que después de la experiencia algunos no volverán a sentarse en una bicicleta con alforjas y para otros será el gran descubrimiento.
Los que decidan hacerse cicloturistas ya sabrán mucho sobre el equipo y también habrán aprendido a disfrutar viajando en bicicleta. Un día meterán las bicicletas en un avión o un tren y se irán a un lugar exótico con el gusanillo del miedo y la incertidumbre metido en el cuerpo por el idioma, la alimentación, la gente y todas esas cosas que se temen porque se desconocen, pero después son las causantes de los mejores momentos del viaje. Otros comienzan a pedalear en la puerta de casa y no paran hasta que han recorrido miles de kilómetros. Hay cicloturistas para todos los gustos y todas las rutas porque el cicloturismo es una de las actividades que permite a las personas realizarlo como son en sí mismas.

 Mecánica y Mantenimiento en Ruta
El cicloturismo es una de las facetas del ciclismo más exigente en conocimientos de mecánica porque una avería sin resolver puede ser desastrosa para el desarrollo del viaje. Un buen mecánico se distingue más por su capacidad de averiguar el origen de la avería que por su habilidad con las herramientas.
Cáceres © Juanjo Alonso
En cicloturismo el oído es fundamental para evitar problemas serios. La mayoría de las veces un pequeño ruido es la señal de un tornillo flojo, falta de lubricante, un radio con poca tensión o cualquier otra tontería que se soluciona en un momento cuando se repara al primer síntoma, pero si se deja o no se escucha a tiempo, en pocos kilómetros se convertirá en una avería irremediable. Un problema con el que vuelven muchos cicloturistas a casa después de un viaje es la rotura del portabultos en alguna parte. Algunas veces es debido a una elección equivocada del modelo por ahorrar dinero o peso. Otras veces la rotura es debido a que se aflojan los tornillos de sujeción al cuadro, y si no se aprietan, inmediatamente el peso del equipaje hace vibrar el portabultos cortando los tornillos o partiendo alguna varilla. Entonces comienza una serie de roturas y reparaciones chapuceras que suelen acabar con la paciencia de más de uno, y a veces con el viaje.
Ruta del Cid - Albarracín (Teruel) © Juanjo Alonso
Conducir con suavidad haciendo los cambios precisos. No tragarse baches a lo tonto. Ser paciente con la bici cuando tenga un día raro y no salgan las cosas todo lo bien que uno desea. En definitiva, tratar a la bicicleta como una compañera de verdad, de las que siempre están cuando hacen falta, porque la bicicleta nos cuidará como nosotros la cuidemos a ella.
Bibliografía
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Camino de Santiago - N.S. de Eunate (Navarra) © Juanjo Alonso
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TRAVESÍA DE LOS PIRINEOS. A. Valls Rovira y J. Laparra Nuez.
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CAÑADAS REALES EN BICICLETA DE MONTAÑA
. Miguel Ángel Delgado.
TRAVESÍA EN BTT POR LA SIERRA DE MADRID. Pablo Bueno y Domingo Pliego.
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GUIPÚZCOA EN BICI. Iñaki Azanza.
NAFARROA EN BICI. Iñaki Azanza.
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PAÍS VASCO Y ZONAS LIMÍTROFES, ALTIMETRÍAS. Ed. Dorleta.
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LENTEMENT, L’AMÉRIQUE. Daniel Francois. Ed. Copremo, 75, rue Gambetta. 59000 Lille (Francia).
VIAJES CON ROCINANTE (Vuelta al mundo en 5 años). Bernard Magnouloux. Ed. Juventud.
LA VUELTA AL MUNDO EN BICICLETA. Alain Guigny. Ed. Martínez Roca.
LA TRAVERSÉE DES ALPES À VTT. P. Bernard. Didier Richard.
LE RAID PYRENEEN VTT DE L’ATLANTIQUE À LA MÉDITERRANÉE. Georges Véron.
THE ISLES AND HIGLANDS OF WESTERN SCOTLAND. Bike Adventures / Phil Horsley.

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